rss
email
twitter
facebook

07 septiembre, 2011

Teatro del Mundo XIX – Sueños Oscuros


Imagen: Exsodus

He hablado de los sueños en algún momento. No me queda mucho más que decir sobre ellos, la verdad. Excepto, quizás sobre las pesadillas. En mi joven imaginación efervescente, las pesadillas tomaron las formas más curiosas e inquietantes que puedan pensar.

Recuerdo una pesadilla recurrente, que solía ser el preludio de otras más aterradoras. En ella, una mancha oscura, un nubarrón hecho de negrura se desplegabaa ante mí relleno de atemorizantes peligros. Era como un viejo dios de Cthulu sin forma ni color. A partir de ese instante yo sufría los momentos más pavorosos del sueño.

En otras, había una habitación de tres camas hechas en las que, llegada la hora adecuada, las sábanas se enrollaban sobre sí mismas y enroscadas empezaban a encaramarse por el aire, como un torbellino ascendente formado de columnas de ropa arrugada, justo antes que bajo ellas aparecieran tres viejas y misteriosas mujeres. Tres brujas, las hécates.

También sufrí una vez con unos extraños pólipos negros y verdes que se extendían a lo largo de mi pierna como un liquen, y soñé también con ladrillos vivos que respiraban, cuyos suspiros podía oír si acercaba lo suficiente el oído al muro del que formaban parte.

Sueños de oscuridad, pesadillas con tantas formas como mis propios miedos de niño. Ahora todo se limita a aparecer en medio de una audiencia sin pantalones ni ropa interior.

0 matices:

Publicar un comentario

 
Creative Commons License
Fototrampas por Iván Cosos J.N.S.P.S. está registrado bajo una Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported License.