Como decíamos en un post anterior,
se observa en el pasado reciente un enorme crecimiento de la cantidad
de dinero-tiempo en el mundo, entendiendo dicho dinero-tiempo, como la
posibilidad de usufructo por un determinado período de tiempo de una
cantidad de dinero determinada.
Fig 1. PIB Global y dinero-tiempo en millones de USD de 2010
Lo cual nos deja una situación ciertamente inquietante, puesto que se supone que la creación de riqueza en el mundo, expresada en el PIB y su crecimiento, tiene que venir a recompensar los rendimientos exigidos de este dinero-tiempo. Vamos a ahondar un poco más en esto:
Es evidente que no todo el dinero-tiempo de un determinado instante del tiempo va a tener el mismo plazo de vencimiento, ni la misma rentabilidad, ni si va a tener rentabilidad alguna o se va a perder totalmente.
Sin embargo, tomándolo en promedio de forma general y a la luz de estos datos, podemos estimar la máxima rentabilidad posible que el crecimiento de la riqueza en el mundo ofrece a los vendedores de dinero-tiempo en forma global.
Y es lo que hemos hecho a continuación, tomando por ejemplo el PIB a 5, 10 y 20 años para amortizar el dinero-tiempo de cada instante.
Fig 2. Evolución del máximo retorno al dinero-tiempo vencido a 5, 10 y 20 años (extrapolando el crecimiento del PIB)
A la vista de esto, parece que entrado el nuevo siglo, el crecimiento del PIB difícilmente va a contentar todos los vendedores de dinero-tiempo, (aquellos que prestan su dinero, en la forma que sea, durante un tiempo, a cambio de algo) lo que indudablemente significa impagos, rentabilidades peores de las esperadas, o plazos de recuperación de la inversión muy largos. No es una situación muy halagüeña y quizás deberíamos indagar en qué nos ha llevado a estar como estamos.
Mejor que anticipar qué ocurrirá exactamente, cosa que sólo los oráculos saben, cabría hacerse pues, un par de preguntas más: ¿De dónde sale todo este dinero-tiempo? y ¿Hay una sobreoferta del mismo?
Dejaremos esta última digresión para un post final, ¿les parece?
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